martes, 31 de marzo de 2009
sábado, 28 de marzo de 2009
PARROQUIA INMACULADA CONCEPCIÓN 15 de Marzo III DOMINGO DE CUARESMA
Jesús hoy nos lo dice a nosotros. Es que no hay posibilidad de vida nueva sin pasar por la muerte. La Pascua es resurrección pero también es muerte. No hay resurrección sin muerte. El amor de los esposos se tiene que transformar –tiene que morir de alguna manera– para hacerse capaz de acoger la nueva vida de los hijos. Todo esfuerzo por perpetuarse, por no morir ni transformarse nunca, está abocado a la muerte para siempre. El ejemplo sirve para muchas otras realidades de nuestra vida. Los grupos de nuestras parroquias tienen que morir –a costumbres y formas de actuar– para ser capaces de acoger a las nuevas personas que van llegando. Todos estamos llamados a pasar por la misma experiencia por la que pasó Jesús. Todos moriremos. Pero en nuestras manos está hacer de nuestra muerte un momento de fecundidad, de recreación de la vida, o un momento de muerte para siempre. No es fácil el camino. Ni siquiera a Jesús le resultó un camino de rosas. Le veremos llorar de angustia y dolor en el huerto de Getsemaní. Pero los que nos hemos comprometido a seguir al Dios de la Vida no podemos sino ser sembradores de vida. Cueste lo que cueste. No hay otro modo de alumbrar esa nueva alianza de que habla la primera lectura. Una alianza en la que todos conoceremos a Dios, cuando perdone nuestros crímenes y no recuerde nuestros pecados, en la que sentiremos nuestro pecho lleno de su ley de amor y fraternidad, en la que el Reino sea una realidad para todos, especialmente para los más pobres y abandonados.
Lectura: Jeremías 31,31-34 "Mirad que llegan días -oráculo del Señor- en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor -oráculo del Señor-. Sino que así será la alianza que haré con ellos, después de aquellos días -oráculo del Señor-: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: "Reconoce al Señor." Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande -oráculo del Señor-, cuando perdone sus crímenes y no recuerde sus pecados. Palabra de Dios
Lectura: 1Corintios Hebreos 5,7-9 Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando es su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio Juan 12,20-33 En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: "Señor, quisiéramos ver a Jesús." Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: "Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará. Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre." Entonces vino una voz del cielo: "Lo he glorificado y volveré a glorificarlo." La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: "Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí." Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir. Palabra del Señor
Un embarazo sorpresivo José Vico Peinado
Mis queridos amigos:
Ahora quizá os habéis hecho mucho más conscientes, si cabe, de esa afirmación. Ahora no ha sido vuestra iniciativa la que ha llamado a la vida, ni la que os llama a cuidarla y a cultivarla. Ha sido la iniciativa del dueño del jardín. Del Dios de la Vida, sorprendente y siempre mayor, que ama esa vida que va creciendo en vuestras entrañas y en vuestra afectividad, y que os llama a vosotros a amarla, aun en medio de vuestra sorpresa, de la ruptura de vuestros planes y proyectos, y en medio de la incertidumbre del futuro.
Superado el primer momento de sorpresa, vuestra reacción me ha parecido maravillosa. Habéis respondido a esa llamada con todo vuestro ser. No habéis considerado a la vida como un huésped inoportuno y molesto. La habéis acogido como un regalo inesperado del Dios de la Vida para vosotros y para la historia de vuestro amor. Os habéis dejado interpelar. Y esto me dice que vuestro amor no se ha estancado. Sigue corriendo en sus aguas como un río cristalino y fresco. Desde vuestro amor, no habéis tenido inconveniente en romper vuestros planes para acoger los de Dios, dejándole ser el Dios que quiere ser.
Por eso, vuestro amor me sabe a gratuidad en la donación, a ausencia de egoísmo, a acogida hogareña y, en último término, a ternura. A derroche de ternura y a borrachera de fe. Vuestro amor de pareja tiene, en estos momentos para mí, mucha similitud con la fe de Abrahán y de María, que se convierten en modelo de identidad para los creyentes de todos los tiempos. Si fuera niño yo le pondría por nombre Isaac, que es el hijo de la fe de Abrahán y de la sorpresa de Sara; o Jesús, que fue concebido por obra de Dios y acogido por la fe incondicional de María y por la sorpresa de José. Pero no es cuestión de nombres. Si os lo digo, es para que alcancéis cómo me interpela vuestra fe. Esa fe que habéis manifestado en vuestra reacción. Mirarme en el espejo de vuestra vida de fe es para mí un estímulo muy importante, que me anima a dejarme sorprender por Dios y por los hermanos, a no perder la calma cuando las cosas no salen según lo previsto, a dejar mis planes para acoger lo que Dios quiera de mí y a no poner obstáculos de egoísmo que impidan que Dios sea Dios en la historia. Vuestra reacción me interpela a vivir así. Ojalá que mi debilidad no me lleve a poner sordina en la música de esta partitura.
AGENDA SEMANAL
Lunes 30. CATEQUESIS
Miércoles 1. CATEQUESIS
Jueves 2. CELEBRACIÓN DE LA PENITENCIA (6.00 t.)
CATEQUESIS
Viernes 3. CATEQUESIS
Sábado 4. VÍA CRUCIS Y MERIENDA CON LOS NIÑOS EN EL CAMPO (4.00t.)
Domingo 5. DOMINGO DE RAMOS BENDICIÓN – PROCESIÓN Y EUCARISTÍA (11.15 m.)
viernes, 20 de marzo de 2009
“I Cena del Hambre”
Una vez más la Comunidad de Génave ha mostrado su solidaridad y apertura al Tercer Mundo y a las realidades más desfavorecidas. Los fieles de la parroquia de la Inmaculada Concepción, en torno a doscientos cincuenta, han demostrado que “combatir el hambre es proyecto de todos”. Y así, todos: niños, jóvenes, matrimonios, ancianos, han participado en esta primera “Cena del Hambre”, donde hemos compartido nuestra fe, con una oración-teatro-power point en el templo parroquial, dándonos cuenta que somos unos privilegiados por todo lo que tenemos. Hemos compartido nuestro dinero, dando un donativo para colaborar con el proyecto encomendado a nuestro arciprestazgo de Segura: la reconstrucción de una escuela de primaria para 800 alumnos en Asia y cuyo valor económico asciende a la cantidad 48.387,00 Euros. Y al final hemos compartido la mesa: un bollo de pan con aceite y tomate.
Desde aquí agradecemos a todos los que han hecho posible que esta cena se haya podido realizar así mismo como a todos los que han colaborado de una manera o de otra para que pasásemos una tarde agradable