domingo, 28 de febrero de 2010

28 de Febrero DOMINGO II DE CUARESMA

El relato de la transfiguración de Jesús es sorprendente. Por un momento parece que Pedro, Santiago y Juan salen de la vida ordinaria y que desde la cumbre de aquel monte atisban lo que es el otro mundo, contemplan de alguna manera la gloria de Dios.

Podemos decir eso o podemos decir más simplemente que ven la realidad tal cual es o que la ven tal como Dios la ve. En lo alto de la montaña redescubren a Jesús y perciben su más profunda realidad, entienden su relación profunda, de filiación, con Dios, comprenden la novedad que trae no sólo para sus vidas sino para nuestro mundo. Allí están Moisés y Elías para dar testimonio de que Jesús abre paso a una nueva etapa en la historia de la humanidad.

La experiencia de los apóstoles consiste entonces en ir más allá de las apariencias, de lo ya sabido y encontrarse con la realidad de Jesús tal cual es. O, lo que es lo mismo, tal como Dios la ve –no puede haber diferencia en ese punto–. El primer mensaje que nos lanza este Evangelio es que debemos hacer el esfuerzo de abrir los ojos y ver la realidad tal como es, tal como Dios la ve. ¿Significa esto subir a lo alto de una montaña y tener una visión mística? Ciertamente que no. Significa sobre todo abrir bien los ojos y ver más allá de las apariencias y de nuestros prejuicios

Los apóstoles vieron a Jesús como era realmente. Nosotros deberíamos abrir los ojos para ver a los que nos rodean transfigurados en hijos e hijas de Dios. Basta que agucemos el oído y escucharemos también la voz desde la nube que nos dice: “Éste/a es mi hijo/a, escuchadle, atendedle.” Convertirnos es acercarnos a la realidad y, más allá de las apariencias, la más profunda realidad es que todos somos hijos e hijas de Dios. Esa es la verdadera experiencia de transfiguración que podemos vivir esta Cuaresma. Como dice Pablo en la segunda lectura, “somos ciudadanos del cielo”. Así es como nos debemos ver unos a otros. Así es como nos debemos tratar unos a otros. Porque no se trata de hacer tres tiendas, como quería Pedro, sino de bajar del monte y de obrar en consecuencia.


Lectura de Génesis 15,5-12ss En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrahán y le dijo: «Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes.» Y añadió: «Así será tu descendencia.»
Abrahán creyó al Señor y se le contó en su haber. El Señor le dijo: «Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos para darte en posesión esta tierra.» Él replicó: «Señor Dios, ¿cómo sabré yo que voy a poseerla?»
Respondió el Señor: «Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.»
Abran los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abran los espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrahán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. el sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados. Aquel día el Señor hizo alianza con Abran en estos términos: «A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.»
Palabra de Dios


Lectura a los Filipenses 3,17–4,1

Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos. Palabra de Dios


Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,28b-36

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.» Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra del Señor

Carta abierta a los que no van a la Iglesia

Ron Rolheiser

Querido compañero peregrino:

Te saludo como a quien está buscando sentido y felicidad, como todos nosotros. Sé que eres sincero; si no, no estarías leyendo esta carta abierta. Quiero que sepas, lo primero de todo: Te echamos de menos en la Iglesia. No pasa un solo domingo sin que sintamos tu ausencia. Únete a nosotros. Sí, ya sé que esto no es ni sencillo ni fácil. El corazón tiene sus razones, dijo el filósofo francés Pascal. Bueno, la iglesia tiene también sus complejidades. Quizás es precisamente una de esas complejidades la que te hace difícil franquear regularmente la puerta de una iglesia. Así pues, no intentaré almibarar a la iglesia. La iglesia es una expresión del amor y misericordia de Dios, que está lejos de ser perfecta, y es una expresión imperfecta de la voluntad salvífica universal de Dios para todos los seres humanos. Algunas veces la iglesia bloquea el amor de Dios tanto como lo revela. Ella ha sido siempre, y permanece todavía, un vehículo tanto de la gracia como del pecado. ¿Cómo logramos superar su lado oscuro?

Carlo Caretto, el famoso escritor espiritual italiano, anciano ya, escribió esta Oda a la Iglesia: ¡Cuánto te tengo que criticar, iglesia mía, y sin embargo, cuánto te amo!
Me has hecho sufrir más que nadie, y, sin embargo, a ti te debo más que a ningún otro.
Me gustaría verte destruida, y, sin embargo, necesito tu presencia.
Me has escandalizado mucho, y, sin embargo, solamente tú me has hecho comprender la santidad.
Nunca he visto nada en este mundo más condescendiente y más falso que tú, y, sin embargo, nunca he tocado nada más puro, más generoso y más bello.
Incalculables veces he tenido ganas de darle con la puerta de mi alma en las narices, y, sin embargo, cada noche, he rogado para que pueda morir seguro en tus brazos.
No, no puedo librarme de ti, pues soy uno contigo, aunque no soy completamente tú.
Y además, ¿a dónde iría yo?
¿A construir otra iglesia?
Pero no podría construirla sin los mismos defectos, porque son mis defectos. Y de nuevo, si hubiera yo de construir otra iglesia, sería MI iglesia, no la iglesia de Cristo.
No, soy bastante mayor ya. Sé comportarme.
Ésta es una madura descripción de la iglesia, que expresa dos cosas: realismo y amor. Es también una descripción honesta. La iglesia tiene una larga historia tanto de gracia como de pecado, y nosotros, que conformamos la iglesia en la tierra, no agradaremos plenamente a Dios. Nadie le agradará del todo. Hemos de admitirlo.

Puedo solamente adivinar tus razones para no ir regularmente a la iglesia o para no venir nunca: Quizás te sentiste herido por la iglesia – por la institución misma o por uno de sus sacerdotes o ministros. Quizás has sido uno de ésos que han experimentado a una iglesia dura, insensible, de alguna manera denigrante para ti. O quizás estás intelectualmente decepcionado por la iglesia; te sientes incapaz de conciliar sus exigencias con tu propia convicción de la vida y sus misterios. O quizás has encontrado en alguna otra parte lo que estabas buscando, fuera de las puertas de la iglesia donde asistías cuando eras pequeño. O quizás te alejaste sin rumbo, a la deriva, y no piensas ya de ninguna manera en la iglesia. Quizás no sientes la necesidad de la iglesia en tu vida. O quizás estás convencido de que Jesús y sus enseñanzas han sido maquilladas y desfiguradas por la iglesia; que Jesús nunca quiso fundar una iglesia, sino que quería sin más que sus seguidores se tomaran muy a pecho sus enseñanzas y vivieran llenos de amor y de bondad. Hay muchas razones por las que la gente no va a la iglesia. Sobre las tuyas, sólo puedo hacer conjeturas.

Pero tu razón para no ir no tiene importancia para esta mi carta abierta. No quiero defender a la iglesia aquí, ni formular una serie de argumentos apologéticos en su favor, o argumentar contra cualquiera de las razones que la gente suele dar para no ir a la iglesia. Esta mi carta no es una defensa apologética, sino un ruego, una invitación: ¡Vuelve, por favor! ¡Prueba de nuevo con nosotros!

Quizás esta vez encontrarás vida en la iglesia y podrás beber en alguna de sus fuentes de gracia. Quizás esta vez te sorprendas perdonando a la iglesia por sus culpas y defectos; quizás vayas a percibir que esas faltas son tus propias faltas, y vayas a ver también por qué Jesús escogió tal vehículo imperfecto para continuar su presencia entre nosotros. Quizás esta vez puedas ver en la iglesia lo que Jesús vio en ella – un cuerpo imperfecto compuesto por hombres y mujeres como tú y como yo, lleno de pecado, lleno de egoísmo y de nosotros mismos, insignificante, de corazón chiquito, menos-que-sincero, tacaño y medio roto, pero también lleno de gracia, lleno de Cristo, generoso, de corazón grande, sincero y puro; un grupo de hombres y mujeres por el que vale la pena morir… – y pertenecer a él. ¡Ven y quédate con nosotros!

AGENDA DE LA SEMANA

Lunes 1.


Martes 2.

CATEQUESIS 4º (4.30t.)

Miércoles 3.

CATEQUESIS 1º (5.00t.)

CATEQUESIS 3º (5.00t.)

Jueves 4.

CATEQUESIS 6º Y 1º E.S.O. (6.00t.)


EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO (5.00t.)


VIA CRUCIS (6.00t.)


EUCARISTÍA (6.30t.)


CONSEJO PARROQUIAL (7.00t.)

Viernes 5. (Abstinencia)

CATEQUESIS 2º Y 3 E.S.O. (6.00t.)


CATEQUESIS CONFIRMACIÓN (6.00t.)

Sábado 6.


Domingo 7. III.CUARESMA

EUCARISTÍA (6.30t.)

miércoles, 24 de febrero de 2010

21 de Febrero DOMINGO I DE CUARESMA

Estamos en Cuaresma y es tiempo de conversión, que significa cambiar de camino, transformarse, hacernos personas nuevas. Centrarse en el pasado no puede ser bueno. No hace más que perdernos en el laberinto de nuestros yoes, de nuestros errores, de nuestras equivocaciones, de nuestros pecados. De lo que se trata es de levantarse y salir adelante. Convertirse es levantar la vista, mirar a Jesús y seguirle. Convertirse es ver la realidad tal como es, tal como la ve Jesús. La realidad son las cosas que nos rodean, las personas con las que nos ha tocado vivir, los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor. Convertirse es entrar en el desierto y allí dejarse guiar por el Espíritu. Como Jesús, nos encontraremos con el diablo que tienta. Su tentación es engañadora. Pretende hacernos vivir en un mundo que no es el real, el auténtico Necesitamos el pan para vivir. Pero no es suficiente. El pan se come en familia, en comunidad. El pan compartido crea fraternidad. ¿No es eso la Eucaristía que celebramos cada domingo? La verdadera tentación es la que nos invita a comer nuestro pan en soledad sin compartirlo con los hermanos.
Convertirse es renunciar al poder que abusa de los demás y que destruye la fraternidad. Convertirse es reconocer la realidad: no somos más que los demás, no somos mejores que los demás, estamos hermanados en nuestras muchas limitaciones. Pero también reconocer la realidad es darnos cuenta de que estamos hermanados en la misericordia y en la gracia de Dios que nos da siempre la posibilidad de volver a intentarlo. Porque él cree en nosotros y su poder nos recrea siempre para el bien. Dios es nuestra esperanza porque espera siempre en nosotros. Y su esperanza posibilita nuestro cambio. Pero esta conversión sólo es posible si le reconocemos a él como el único señor, si dejamos de adorar a las criaturas y volvemos la mirada al que es nuestro único Señor, nuestro único Padre-Madre, amor misericordioso
En este camino de conversión, la Palabra está cerca de nosotros –segunda lectura–. Dios nos habla al corazón con palabras de ternura y de amor. Es cuestión de escucharla y corregir nuestros caminos


Lectura de Deuteronomio 26,4-10
Dijo Moisés al pueblo: «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: "Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos. Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me has dado." Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios.». Palabra de Dios

Lectura a los Romanos 10,8-13
La Escritura dice: «La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón.» Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.» Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Lucas 4,1-13 En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.» Jesús le contestó: «Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre".» Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mi me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo.» Jesús le contestó: «Está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto".» Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras".» Jesús le contestó: «Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios".»
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión. Palabra del Señor
CARTA PASTORAL DEL SR. OBISPO
Queridos fieles diocesanos: El pasado día 17 de febrero, Miércoles de Ceniza, comenzamos los católicos la Cuaresma. Es, como sabemos, tiempo de gracia y de salvación, tiempo en que la liturgia de la Iglesia nos prepara para la celebración de la Pascua de Resurrección, que este año celebramos el día 4 de abril. La Iglesia, en nombre del Señor, nos invitará durante estos días “a una sincera revisión de nuestra vida a la luz de las enseñanzas evangélicas”, como nos exhorta el Santo Padre Benedicto XVI en su Mensaje para la celebración de la Cuaresma. Otros, con sus potentes medios, tratarán de distraernos, de desorientar su verdadero sentido y hasta de ridiculizar el que personas libres crean en lo trascendente, en Dios y en el hombre. Jamás entenderán la invitación de Jesucristo: “Quien quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y me siga.” (Mt 16, 24) “La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo” (cf. Rom 3, 21-22). Este es el título del Mensaje de Su Santidad para esta Cuaresma. Con máxima claridad nos invita a las siguientes reflexiones: - El hombre, además de pan y más que el pan, necesita de Dios. Los bienes materiales, aunque útiles y necesarios, no proporcionan al ser humano todo “lo suyo” que le corresponde, necesita además de Dios. El hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Ese es el verdadero alcance de la justicia que necesita el hombre - Necesitamos la liberación del corazón y ésta se produce únicamente por el gesto del amor de Dios, que se abre hasta el extremo de aceptar, en sí mismo, la “maldición” que corresponde al hombre, a fin de transmitirle, en cambio, la “bendición” que corresponde a Dios (cf. Gál 3. 13-14). - Nos recuerda, también, las palabras de la liturgia del Miércoles de Ceniza: “Convertíos y creed en el Evangelio” (Mc 1, 15) y comenta lo siguiente: “Salir de la ilusión de la autosuficiencia para descubrir y aceptar la propia indigencia, indigencia de los demás y de Dios, exigencia de su perdón y de su amistad. - Advierte, finalmente, que “hace falta humildad para aceptar tener necesidad de otro que me libre de lo mío para darme gratuitamente lo suyo. Esto sucede especialmente en los Sacramentos de la penitencia y Eucaristía”. Les decía, si recuerdan, en la Carta Pastoral al inicio del presente curso, que el Santo Padre nos había invitado, el pasado 19 de junio, a ofrecer oraciones “con los sacerdotes y por los sacerdotes” y brindarles el debido homenaje, durante todo este año, hasta su clausura en junio. La ocasión era el 150 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, sacerdote francés, modelo de pastor. La Congregación para el Clero proponía, en concreto, que durante todo este tiempo se procurara por los fieles “la adoración eucarística por la santificación de los sacerdotes”.
La Cuaresma es tiempo muy adecuado para hacer realidad estas propuestas: celebrar alguna Hora Santa por los sacerdotes, hablar a la comunidad sobre el sacerdocio ministerial y los servicios que Jesucristo le encomienda; sobre el alcance y riqueza de su vocación; destacar la necesidad de vocaciones sacerdotales y pedirlas insistentemente ante Dueño de la Mies para toda la Iglesia. Solicito de todos los fieles diocesanos que, con ocasión de la solemnidad del día de San José, y la celebración del “Día del Seminario”, el domingo 24 de marzo, intensifiquen su oración y ayuda por los futuros candidatos al ministerio sacerdotal. Que acertemos presentar a los jóvenes esta llamada, tan especial del Señor, como “regalo y don” que colma toda esperanza a quienes lo aceptan con generosidad. Necesitamos la liberación del corazón. Necesitamos de la justicia de Dios llenarnos de amor y que se quede él con nuestros pecados. Necesitamos acercarnos al Sacramento de la Penitencia. Este sacerdote, patrono y modelo de párrocos, decía a sus penitentes, con palabras de una belleza conmovedora: “El buen Dios lo sabe todo. Antes incluso de que se lo confeséis, sabe que pecaréis nuevamente y sin embargo os perdona. ¡Qué grande es el amor de nuestro Dios que llega incluso a olvidar voluntariamente el futuro, con tal de perdonarnos!” Enseña el Catecismo de la Iglesia Católica que “la confesión individual e íntegra de los pecados es el único medio ordinario para la reconciliación con Dios y con la Iglesia.”(n. 1497) Lo peor que puede suceder al cristiano es perder su fe y confianza en Dios. Este camino se inicia por la pérdida de la conciencia del pecado. Reconocernos pecadores, por el contrario, es camino seguro para recuperar la amistad perdida con Dios y los hermanos, fuente de alegría y esperanza. Que este tiempo continúe siendo propicio para acercarnos al Santuario de nuestra Patrona, como lo harán los jóvenes en el encuentro de los días 13 y 14 del mes de marzo, con sentido de marcha penitencial y para reforzar nuestras limosnas en favor de nuestros hermanos de Haití, a través de las Cáritas parroquiales y diocesana.
Con mi saludo agradecido y bendición. Ramón del Hoyo López
AGENDA SEMANAL

Lunes 22.
CATEQUESIS 2º (4.30t.)
CATEQUESIS 5º (5.00t.)
Martes 23.
CATEQUESIS 4º (4.30t.)
Miércoles 24.
CATEQUESIS 1º (5.00t.)
CATEQUESIS 3º (5.00t.)
Jueves 25.
CATEQUESIS 6º Y 1º E.S.O. (6.00t.)
RETIRO DE CUARESMA (5.00t.)
VIA CRUCIS (6.00t.)
EUCARISTÍA (6.30t.)
Viernes 26. (Abstinencia)
CATEQUESIS 2º Y 3 E.S.O. (6.00t.)
Sábado 27.
LIMPIEZA IGLESIA Y SALONES (4.00) CATEQUESIS CONFIRMACIÓN (6.00t.)
Domingo 28.
II.CUARESMA EUCARISTÍA (6.30t.)

14 de Febrero VI D. DEL TIEMPO ORDINARIO

Jesús es de los que cree que las cosas pueden cambiar. Su experiencia y relación con Dios, le dice que otro mundo es posible y que vale la pena trabajar por él. De ahí el evangélico de este domingo. La primera parte de su discurso nos suena mejor. Son las bienaventuranzas: una serie de bendiciones. Hablan del amor de Dios a los más marginados, a los más pobres, a los que les ha tocado la peor parte en este mundo.
Lo que nos cuesta encajar son las maldiciones. ¿Cómo es posible que Jesús pronuncie esas palabras de condena hacia los ricos, los que están saciados, los que ríen y los que son reconocidos por los demás?
Las palabras de Jesús no se ajustan a nuestra forma de pensar. Debemos escuchar atentamente y con el corazón abierto lo que Jesús nos dice por más sorprendente que nos pueda resultar. Jesús pronuncia bendiciones y maldiciones. Hay unos que son los preferidos de Dios y otros a los que Dios aleja de su presencia. Hay que subrayar que los criterios de Dios son precisamente los opuestos a los que usamos habitualmente en la Iglesia y en la sociedad. Aquellos a los que se maldice tienen en todo caso una vía de escape. Lo primero es hacer el esfuerzo de salir de su cómoda situación para acercarse a los preferidos de Dios. Más todavía. No es imposible que los que se sienten saciados encuentren el pan y el vino que son el verdadero alimento que da Vida. Pero para ello tienen que hacer también algunas renuncias. Tienen que llegar a sentir hambre y sed de verdad. Tienen que dejar de poner la confianza en sus bienes y empezar a ponerla en el Señor
RECUERDA.
El año pasado nuestra parroquia recaudó para el proyecto de Manos Unidas un total de 810,40 Euros. Espero seamos un poco más generosos este año y superemos esta cantidad.

COLABORA GENEROSAMENTE CON ESTE PROYECTO


Lectura de Jeremías 17,5-8

Así dice el Señor: «Maldito quien confía en el hombre, y en la carne busca su fuerza, apartando su corazón del Señor. Será como un cardo en la estepa, no verá llegar el bien; habitará la aridez del desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto. Palabra de Dios




Lectura Corintios 15,12.16-20

Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que dice alguno de vosotros que los muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros pecados; y los que murieron con Cristo se han perdido. Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados. ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Palabra de Dios



Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,17.20-26

En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: - «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas. Palabra del Señor


CARTA PASTORAL DEL SR. OBISPO

Desde hace ya cincuenta años, cientos de mujeres españolas trabajan, de forma bien organizada y generosa, por combatir el hambre en el mundo.

Parecerá a muchos una tarea imposible, pero, año tras año, la voz de MANOS UNIDAS llega a incontables corazones y sus proyectos de desarrollo en favor de los necesitados se multiplican. Cuantos más seamos y más colaboremos, más lejos llegarán. Es más eficaz unir ilusiones y esfuerzos por fines nobles, que entregar unas frías monedas para acallar conciencias.

Saben que Manos Unidas es una asociación pública de fieles de la Iglesia Católica, reconocida también como organización no gubernamental (ONG) que, junto con Cáritas, la Obra de las Misiones y otras organizaciones católicas, ofrecen al mundo el rostro del amor de la Iglesia, la esencia del Evangelio de Jesucristo.

En concreto, esta organización, de marcado carácter social y caritativo, se ocupa y pretende remediar el hambre en el mundo desde su apoyo al desarrollo, fundamentalmente en aspectos culturales, agrícolas, sanitarios, de promoción a la infancia y a la mujer.

Manos Unidas es “el corazón” del Buen Samaritano que cura heridas, ayuda a levantarse y mirar el futuro con esperanza, con la vista puesta en miles de personas. Ama a lo grande y sin fronteras, “a lo divino”, y mira siempre de frente, de igual a igual, a sus hermanos.

En un mundo aparentemente organizado, a muchos nos parece mentira que existan millones de personas con una existencia real o amenazada por la carencia de los alimentos mínimos necesarios.

No lograremos dar una respuesta eficaz a tan sangrante situación sin el conocimiento objetivo de sus causas y mientras no se busquen respuestas concretas al problema a nivel mundial.

El primer derecho de cualquier persona es quedar libre de esta lacra. Nos debe hacer pensar seriamente a todos que, a pesar de los nuevos y tan positivos avances en áreas de la tecnología, la ciencia y la economía, la pobreza en el mundo sigue creciendo.

Por todo ello, es cada vez más urgente y necesario plantear las relaciones internacionales desde el respeto y apoyo a la dignidad de la persona, buscar respuestas duraderas en favor de una coexistencia pacífica y trabajar en favor de toda la familia humana, para dar respuestas a tan dolorosas situaciones. Estas son las líneas del Evangelio, del amor cristiano, que muchos hemos hecho nuestras y que, lentamente, irán abriéndose paso, aun en quienes no las conocen. No cesaremos los cristianos en este empeño.

La actual Campaña, nos propone un lema de reflexión: “CONTRA EL HAMBRE. DEFIENDE LA TIERRA”.

Cuando el hombre deja de ver la naturaleza bajo el sello y el proyecto divino, cuando considera a la naturaleza y al ser humano como fruto del azar o del determinismo, disminuye el sentido de responsabilidad, de solidaridad y brota el egoísmo por doquier.

Es claro que el cambio climático, producido sobre todo por los países más desarrollados, afectará mucho más a los de economías débiles, al no poder hacer apenas frente a la nueva situación. Los efectos de la sequía, inundaciones, acceso al agua, pérdida de productividad agrícola o pesquera, deforestación, repercutirán de forma muy directa en la producción de alimentos, en la salud y en su calidad de vida. En definitiva, mayor empobrecimiento de los países pobres, con riesgos de conflictos, desplazamientos, mayor explotación por los poderosos y más miseria para los más pobres.

El cambio climático es, por tanto, otro factor esencial que debemos tener muy presente como una de las causas a moderar en sus efectos, por su íntima relación con la pobreza.

Un año más, invito a todos los fieles diocesanos a seguir apoyando con la generosidad de siempre, a pesar de la crisis que ya afecta a muchos entre nosotros, a redoblar, por ello aún más, nuestro esfuerzo en favor de los proyectos de Manos Unidas.

Agradecemos la oportunidad que nos brinda al extender su mano para paliar el hambre de tantos que nos miran desde lejos.

Os saluda y bendice, Ramón del Hoyo Lópe

AGENDA DE LA SEMANA

Lunes 15.

CATEQUESIS 2º (4.30t.)

CATEQUESIS 5º (5.00t.)

Martes 16.

CATEQUESIS 4º (4.30t.)

Miércoles 17. CENIZA (Ayuno y Abstinencia)

CATEQUESIS 1º (5.00t.)

CATEQUESIS 3º (5.00t.)

EUCARISTÍA (5.30t.)

VIA CRUCIS (6.00t.)

Jueves 18.

CATEQUESIS 6º Y 1º E.S.O. (6.00t.)

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO (6.00t.)

EUCARISTÍA (6.30t.)

VIA CRUCIS (7.00t.)

Viernes 19. (Abstinencia)

CATEQUESIS 2º Y 3 E.S.O. (6.00t.)

Sábado 20.

CATEQUESIS CONFIRMACIÓN (6.00t.)

Domingo 21. I.CUARESMA

EUCARISTÍA (6.30t.)

COMIENZA LA CUARESMA

El próximo día 17 de febrero, Miércoles de Ceniza, comenzamos los católicos la Cuaresma. Es, como sabemos, tiempo de gracia y de salvación, tiempo en que la liturgia de la Iglesia nos prepara para la celebración de la Pascua de Resurrección, que este año celebramos el día 4 de abril. La Iglesia, en nombre del Señor, nos invitará durante estos días “a una sincera revisión de nuestra vida a la luz de las enseñanzas evangélicas”, como nos exhorta el Santo Padre Benedicto XVI en su Mensaje para la celebración de la próxima Cuaresma. Es Jesucristo quien nos dice: “Quien quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y me siga.” (Mt 16, 2

viernes, 5 de febrero de 2010

NIÑOS CON NIÑOS


Los niños de Genave con una bolsa menos de chuche han conseguido ayudar a un niño que no tiene tanto como ellos.
MEYLIN YULISA GARCÍA HERNÁNDEZ

Niño apadrinado en 2009 por los niños de la catequesis de la Comunidad Parroquial de la Inmaculada de Génave. Un niño nacido el 17 de Marzo de 2002 en Laguna Seca-Guatemala.
Un niño al que nos hemos comprometido a ayudar en su crecimiento y en su formación. Gracias

7 de Febrero V D. DEL TIEMPO ORDINARIO

Hoy la Palabra nos coloca ante nuestra vocación, ante la llamada que Dios nos hace a ser personas, a ser libres, a vivir en fraternidad. Seguir a Jesús no es sino comprometernos a construir su reino. El que sigue a Jesús se hace pescador de hombres y mujeres, que están perdidos en sus agujeros negros, para llevarlos a la red de la solidaridad, de la fraternidad, del encuentro gozoso con el Padre común que nos sienta a todos a la mesa de la eucaristía

Esa llamada de Dios nos saca de nuestras costumbres, del lugar en que nos sentimos cómodos, nos descoloca, nos descentra. Nos invita a dejar de considerarnos el centro del universo en el que todo (personas, cosas, ideas…) gira a nuestro alrededor para situarnos en una relación diferente con todo lo que nos rodea. Somos parte de la creación y vivimos en relación de fraternidad e igualdad con las personas. Y las cosas, la realidad material, forman parte de nuestro ecosistema, del equilibrio mágico y maravilloso que es la vida.
Anunciar y vivir en nuestro mundo esa realidad puede no ser fácil. Es complicado para nosotros mismos porque nos saca de nuestras
casillas y nos obliga a vivir de una manera nueva. Desde ahí se puede comprender que el ascua que el ángel lleva a los labios del profeta quema. Y como el fuego destruye y abre espacio para la nueva creación, para hacer de nosotros servidores de su reino.
Así se entiende que para Pablo la misión de anuncia
r el Evangelio haya sido un verdadero trabajo, haya supuesto un auténtico esfuerzo y compromiso de vida. Pablo se ha abierto a la gracia de Dios y se ha dejado trabajar por ella hasta que ha nacido en él el hombre nuevo, el ciudadano del Reino.
Y así entendemos que la primera respuesta de los discípulos de Jesús a la invitación de Jesús a volver
a echar las redes sea que están cansados. Se han pasado la noche entera bregando y no han sacado nada. No tienen ganas de nada. Pero Jesús era mucho Jesús y era difícil negarle nada. En su nombre volvieron a echar las redes y la pesca fue tan grande que casi se rompe la red. ¡La gracia de Dios es capaz de hacer realidad lo que a nosotros nos puede parecer imposible!


Lectura de Isaías 6,1-2a.3-8

El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo. Y vi serafines en pie junto a él. Y se gritaban uno a otro, diciendo: "¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!" Y temblaban los umbrales de las puertas al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo.

Yo dije: "¡Ay de mí, estoy perdido! Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos."
Y voló hacia mí uno de los serafines, con un ascua en la mano, que había cogido del altar con unas tenazas; la aplicó a mi boca y me dijo: "Mira; esto ha tocado tus labios, ha desa
parecido tu culpa, está perdonado tu pecado."
Entonces, escuché la
voz del Señor, que decía: "¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí?" Contesté: "Aquí estoy, mándame." Palabra de Dios

Lectura Corintios 12,31–13,13

Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, se me apareció también a mí. Porque yo soy el menor de los apóstoles y no soy digno de llamarme apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios conmigo. Pues bien; tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído. Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5,1-11

En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Rema mar adentro, y echad las redes para pescar."

Simón contestó: "Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes."

Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un pecador."

Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás pescador de hombres." Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra del Señor

PROYECTO DE MANOS UNIDAS PARA LA SIERRA DE SEGURA:

(REHABILITACIÓN DE EDIFICIOS DE UN LICEO WIMA DE SECUNDARIA POR TERREMOTO)


El Proyecto se situa en la ciudad de Bukavu, en la región de Kivu Sur, frontera con Rwuanda, región muy castigada por la guerra que han asolado la región, a esto hay que añadir un terremoto que sacudió la región el 3 de Febrero de 2008 provocando daños de gran consideración en numerosos edificios de la ciudad. El liceo Wima acoge a 2.520 niñas procedentes de barrios populares, repartidas entre maternal, primaria y secundaria, ofrecen cinco opciones de estudio. En el recinto hay también un internado que acoge a 100 alumnas huérfanas. El gran número de fisuras, trozos de muros caídos y la separación entre el techo y las paredes producidas en varias aulas hacen peligrar la vida de las alumnas que acuden a la escuela. La Congregación de hermanas de la Sainte Famille d´Helmet construyeron el colegio en 1932, está muy solicitado y tiene un gran prestigio en la ciudad ya que se ocupan de la educación integral de la juventud femenina y de la promoción de la mujer.

Han pedido ayuda a Manos Unidas para reforzar la estructura y colocar un nuevo techo de un ala de aulas de clase de 32 X 9 metros, y para rehacer 6 muros interiores de separación de aulas de clase, que constituye un 47% del total.

Con la realización de este proyecto se pretende apoyar la formación integral de la juventud femenina y la promoción de la mujer, a través de la formación que reciben las chicas pueden asegurarse un futuro para la construcción del país, trabajando en talleres de costura, en despachos, en tiendas o continuando con estudios universitarios.

El presupuesto total del proyecto son 38.209,00 Euros, a sufragar entre todas las parroquias del Arciprestazgo de la Sierra de Segura.

Nuestra parroquia el año pasado recaudó en total (colecta y cena del hambre) para el proyecto de Manos Unidas 810,40 Euros

Sé generoso el domingo próximo por esta causa y por el futuro de este pueblo de Bukavu.

Jornada Mundial del Enfermo
Jueves 11 de Febrero del 2010

Con la Jornada Mundial del Enfermo anual la Iglesia intenta, en efecto, sensibilizar sobre el terreno a la comunidad eclesial sobre la importancia del servicio pastoral en el vasto mundo de la salud, servicio que es parte integrante de su misión, ya que se inscribe en el surco de la misma misión salvífica de Cristo. Él, Médico divino, "pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo" (Hechos. 10,38). En el misterio de su pasión, muerte y resurrección, el sufrimiento humano alcanza el sentido y la plenitud de la luz”.

AGENDA DE LA SEMANA

Lunes 8.

REUNIÓN SACERDOTES (10.00m)

CATEQUESIS 2º (4.30t.)

CATEQUESIS 5º (5.00t.)

Martes 9.

CATEQUESIS 4º (4.30t.)

Miércoles 10.

CATEQUESIS 1º (5.00t.)

CATEQUESIS 3º (5.00t.)

Jueves 11.

CATEQUESIS 6º Y 1º E.S.O. (6.00t.)

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO (6.00t.)

EUCARISTÍA (6.30t.)

Viernes 12.

CATEQUESIS 2º Y 3 E.S.O. (6.00t.)

Sábado 13.

CATEQUESIS CONFIRMACIÓN (6.00t.)

Domingo 14.

MANOS UNIDAS

EUCARISTÍA (6.30t.)