viernes, 22 de mayo de 2009

24 de Mayo ASCENSIÓN DEL SEÑOR

La imagen tradicional con que se ha solido representar la escena de la fiesta que hoy celebramos representa a los discípulos mirando al cielo en donde se ve desaparecer a Jesús en una nube. Es el momento de la despedida, del adiós final. El líder se va, desaparece. Y, como consecuencia, los discípulos quedan desamparados, solos, abandonados. Las miradas se dirigen hacia arriba. Es como si les fuese su única conexión con la realidad, como si perdiesen el nexo vital que daba sentido a su vida.

La pregunta de los dos hombres vestidos de blanco a los discípulos es la crítica a esa actitud devota y sumisa, que anula la libertad y la iniciativa de las personas: “Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?” Jesús los invita a ponerse en movimiento: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.” Hay mucho que hacer. Hay una buena nueva que anunciar a todos, hombres y mujeres. Es urgente.

La actitud de los discípulos no es la de los súbditos que quedan desconcertados ante la ausencia del líder. Ahora son ellos los que pasan a la primera línea del anuncio. Ahora son ellos los que deben asumir la responsabilidad de anunciar la buena nueva a todos y en todas partes. Son libres y libremente han de tomar sus decisiones, han de crear comunidades, han de comunicar la salvación. Son libres y responsables.

Lo suyo no es quedarse mirando al cielo sino ponerse manos a la obra, caminar los caminos de este mundo, mancharse con el barro de la vida, tocar con la misericordia de Dios las vidas de todos aquellos con los que se encuentren. Con la confianza de que el Señor cooperará siempre confirmando la palabra con sus señales, como termina el Evangelio de este domingo.

Que el Señor nos dé espíritu de sabiduría para conocerlo, que ilumine los ojos de nuestro corazón y comprendamos la esperanza a la que nos llama, la misión a la que nos envía, la libertad que nos ha regalado. Que asumamos nuestra responsabilidad como evangelizadores, como anunciadores de la buena nueva de la salvación. Que, como una comunidad de iguales, siempre en diálogo, pongamos todos, todas nuestras fuerzas al servicio del Evangelio, porque eso y no otra cosa debería ser la Iglesia.


Lectura: Hechos 1,1-11


En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos, les recomendó: "No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo." Ellos lo rodearon preguntándole: "Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?" Jesús contestó: "No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo." Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse."

Palabra de Dios


Lectura: Efesios 1,17-23

Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

Palabra de Dios


Lectura del santo evangelio Marcos 16,15-20

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos." Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Palabra del Señor

El día después (Cuento para mayores, sin receta)

Catalina está un poco embarazada, casi nada en realidad. Su embarazo es tan pequeñito que casi no es embarazo. En un embarazo a lápiz, en papel borrador, que se va como ha venido. Además tampoco lo sabe seguro, porque la cosa fue ayer mismo.

Catalina tiene 15 años y va a la farmacia con frecuencia. Antes compraba regaliz y clerasil para los granos. Hoy comprará un antiácido, que no necesita receta, porque la lógica ansiedad del evento le ha generado un poquito de hiperclorhidria, y pedirá también un antibiótico para el flemón. El flemón es casi tan pequeño como su embarazo, pero para ése sí que lleva una receta que le dio el dentista.

Luego pedirá la píldora “porsiacaso” —así la llama su amiga Loli—, que vale 20 euros (Loli no, la píldora). Loli vale mucho más, porque su padre tiene pasta por un tubo y ha comprado varias píldoras (su padre no, Loli) para no tener que ir a la farmacia después de estar con Manolo. Catalina supone que “porsiacaso” no es el nombre auténtico del medicamento, pero Nieves, que es una farmacéutica superguay, se lo aclarará. Catalina está nerviosa pero contenta. Gracias a la nueva píldora será más libre cuando esté con su primo Borja. Además le han explicado en el cole que mientras el embrión no anide te lo puedes quitar, porque es como si no existiera. Y la anidación sólo ocurre unos días más tarde.

Catalina llega a la farmacia, pero como hay una vieja (lo menos tiene 40 años) comprando, pide primero el Almax para la acidez y el Augmentine que le ha recetado el dentista. La farmacéutica se lo trae todo y le pregunta: “¿quieres algo más, guapa?”. Como la vieja no se acaba de ir, Catalina aprovecha para salir a tomar el aire. Se va la vieja, y entonces dice: “ah, se me olvidaba. También quiero…, la píldora esa… pa después, ¿mentiendes…? Nieves la mira de arriba a abajo y le pregunta si es para después de comer o para después de ponerse ciega de cocacola con güisqui. Catalina se mosquea y le dice que ya sabe ella de qué está hablando y que tiene derecho a la píldoracomosellame”. Entonces Nieves le responde que en su farmacia no se despachan abortivos aunque venga la ministra con una pistola; que a lo hecho pecho, y que se lo piensa decir a su padre para que se entere de lo que hace la niña.

Catalina se marcha con un mosqueo considerable y va en busca de otra farmacia alejada de su casa donde no la conozcan. Al fin la encuentra y le dan la famosa píldora. ¿Sólo una?, pregunta la niña. El boticario se le ríe a la cara y le dice que para qué quiere más. “¿Es que te dedicas a eso? ¿Eres una profesional?”

Catalina se ha tomado la píldora con un vaso de Coca-cola light. Ella habría preferido una copa de Baylis, que es dulce como un caramelo y, con un poco de hielo, te pones la mar de contenta, pero es que el alcohol no se lo venden ni con receta hasta los dieciocho.

Por la noche piensa que ya puede estar tranquila; que la cosa no ha tenido importancia, porque además lo más probable es que no estuviera embarazada. Y si lo estaba era un embarazo muy pequeñito, y el embrión no había tenido tiempo de anidar. O sea que Nieves es una exagerada, pero no le dirá nada a papá. Y si se lo dice, que se lo diga. Porque ella tiene sus derechos.

Catalina se mete en la cama. Siempre ha rezado tres avemarías, pero hoy le da cosa y no reza nada. Apaga la luz y se pone a llorar como cuando era muy pequeña y no podía dormir sola.

AGENDA DE LA SEMANA

Lunes 25.

REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30 t.)

Martes 26.

REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30 t.)

Miércoles 27.

REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30 t.)

Jueves 28.

REZO DEL ROSARIO POR LAS CALLES HASTA LA PLAZA DE LA ERMITA (6.30 t.)

EUCARISTÍA PLAZA DE LA ERMITA (7.00 t.)

Viernes 29.

REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30 t.)

Sábado 30.

ROMERIA VIRGEN DEL CAMPO (8.30 m.)

EUCARISTÍA EN LA ERMITA

REZO DEL ROSARIO Y FLORES

Domingo 31.

EUCARISTÍA (7.00t.)
REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30

MES DE MAYO

Participa cada tarde en el Rosario y en las Flores a la Virgen María. Este jueves las flores y la Eucaristía la celebraremos en la PLAZA DE LA ERMITA, invita al vecindario para que se acerque y participe en esta oración a la Virgen María

MISA EN LAS CALLES ALTAS

sábado, 16 de mayo de 2009

17 de Mayo VI DOMINGO DE PASCUA

Después de tantos domingos celebrando la pascua, la resurrección del Señor, llegamos a lo central de la vida cristiana: el amor. Hoy las tres lecturas dan vueltas a lo mismo: la cuestión es amar. Ahí es donde se juega nuestro seguimiento, nuestra fe en Dios. Ser cristiano no es cuestión de recitar el credo ni de comprender perfectamente cada una de sus expresiones. Tampoco es cuestión de participar en la liturgia de la Iglesia ni de cantar salmos todo el día ni de hacer mucha penitencia y sacrificios. No es cuestión de entregar nuestra alma y voluntad a Dios y hacernos esclavos suyos. No es cuestión de ser más o menos pobres. Ni siquiera es cuestión de rezar muchas horas o de hacer los ejercicios ignacianos. Todo eso puede estar bien. Puede ayudar. Pero no es lo central. La clave, lo central, lo único importante está bien claro en la segunda lectura: “Amémonos unos a otros ya que el amor es de Dios”. Y podríamos añadir, citando también a Juan: “Porque Dios es amor”. Y no hay otra forma de conocer a Dios, de vivir a Dios, de seguir a Jesús, que amando. Y amando como Dios, que acoge a todos y no hace distinciones.
El Evangelio de este domingo es un texto que se abre con una afirmación en la que Jesús da testimonio de lo que ha sido su vida: “Como el Padre me ha amado, así os he amado yo” y que termina con un mandato, el único mandato, la única orden, la regla de las reglas, la que contiene todas y, sin embargo, nos abre a la mayor de las libertades: “Esto os mando: que os améis unos a otros”. No hace falta más.
Ahora podemos echar una mirada a nuestro alrededor. Salir a la calle y contemplarnos a nosotros mismos en nuestras relaciones con los demás, con los familiares y vecinos, con los amigos, con los compañeros de trabajo... Podemos recordar nuestros comentarios sobre los políticos, sobre los personajes que vemos en la televisión. Y mirar si nosotros somos capaces de “amar primero”. Porque ahí está la jugada, la clave de nuestro ser cristiano. Seguir a Jesús no es sólo “amar”. Es algo más. Es “amar primero”. Ahí es donde experimentaremos el gozo y la alegría de ser como Jesús y, por tanto, como Dios.

Lectura: Hechos 10,25 ss.

Cuando iba a entrar Pedro, salió Cornelio a su encuentro y se echó a sus pies a modo de homenaje, pero Pedro lo alzó, diciendo: "Levántate, que soy un hombre como tú." Pedro tomó la palabra y dijo: "Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea." Todavía estaba hablando Pedro, cuando cayó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban sus palabras. Al oírlos hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios, los creyentes circuncisos, que habían venido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles. Pedro añadió: "¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?" Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Le rogaron que se quedara unos días con ellos.
Palabra de Dios

Lectura: 1Juan 4,7-10

Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio Juan 15,9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros."
Palabra del Señor

SE ACERCAN LAS COMUNIONES

Son ríos de tinta y saliva los que se han vertido en torno al acontecimiento de la Primera Comunión, más que por la profundidad de lo que éste significa, por el cariz cada vez más social que va adquiriendo, en detrimento del verdadero significado cristiano que conlleva.
Esta connotación lleva consigo que nuestros hijos e hijas, en la comunicación que establecen entre ellos, se contagien de deseos materiales que rompen los esquemas del sentido básico y primordial de este Sacramento. Son muchas las circunstancias que atropellan la mente de los catequizados en cuarto curso de Primaria cuanto más se acerca el momento de comulgar por primera vez y los sentimientos se dispersan demasiado.
Corresponde a los padres la misión de encauzar el torrente de sensaciones dispares que giran en torno al evento. El niño anhelará que llegue su Primera Comunión imaginándose un príncipe o una princesa, cargado infinitamente de regalos y sintiéndose el ombligo del mundo en una celebración en su honor.
Si todo esto quedase así, en la mera importancia de su alrededor físico, podría enturbiarse, y de hecho lo ensombrece por lo general, el sentido cristiano de la realidad última que impregna el paso final de este curso de catequesis. Aunque todo esto orbita alrededor de tan señalado día, debemos insistir en la necesidad de volcarse con seriedad y responsabilidad, como progenitores, de acompañar a nuestro hijo o hija en todo momento de la celebración, de participar en la misma de modo ejemplarizante y apostando, en todo momento, por la continuidad del primer paso, de encuentro con Cristo, que van a vivir.
Hemos de ensalzar, como punto central, la primera Eucaristía en la que, por fin, después de meses de preparación, van a participar por completo del banquete, consintiendo libremente que Jesús entre en ellos bajo las especies del pan y del vino. Solemnidad absoluta ante el momento de la Consagración y seriedad tranquila y sosegada tras tomar el Cuerpo y la Sangre de Jesús, reflexionando, bajo la pureza de lo que representa su inmaculado aspecto exterior, las exigencias que, como cristianos, aceptamos al sentir que Él se ha hecho presente en su vida.
Debemos, como responsables aún de su educación, inculcarles que en su Primera Acción de Gracias se sientan agradablemente conmovidos por el paso que han dado. Un paso que, de igual modo, no pueden dejar de dar a partir de ahí. Los padres seguimos siendo el eslabón que necesita el niño para continuar la cadena de su formación cristiana.
Es un error mayúsculo consentir, e incluso aplaudir, que después de tal Acontecimiento, es innecesario acudir a la Eucaristía dominical, mostrando así la nula motivación real que nos llevó a acompañarlos en su Primera Comunión. Es más, craso error igualmente si accedemos a su no presencia en la catequesis el curso siguiente. La Primera Comunión es eso, el primer encuentro, el motor de arranque para posteriores y continuos encuentros con nuestro Salvador, un acicate para estar con Él y notar su presencia "donde dos o más estén reunidos en Su Nombre".
Fernando Gigante Sánchez

MES DE MAYO

Participa cada tarde en el Rosario y en las Flores a la Virgen María. Este jueves las flores y la Eucaristía la celebraremos en las CALLES ALTAS, invita al vecindario para que se acerque y participe en esta oración a la Virgen María

MISA Y PROCESION EN HONOR A SAN ISIDRO

Rosario, Flores y Eucaristía en los barrios (2º día).



Como siempre, nuestro pueblo de Génave respondió positivamente a la llamada que la Virgen le realizaba. En esta tarde, han sido las vecinas de la calle San Antonio las encargadas de preparar, engalanar e invitar al resto de miembros de nuestra comunidad a participar en el rezo del Rosario, de la Flores a María y a celebrar la Eucaristía.

Hemos sido un gran número de devotos de la Virgen quienes nos hemos reunido en torno a ella para venerarla. Cada tarde son algunos más los que se nos unen porque se han enterado o porque los han invitado. Dios se vale de todos los acontecimientos de la vida para unir a sus hijos en una familia.

La semana próxima nos reuniremos nuevamente, esta vez en las Calles Altas, no faltes a la invitación que te hace la Virgen.

10 de Mayo V DOMINGO DE PASCUA

El evangelio de este domingo se centra en el tema de la unidad que debe ser el fruto primero de la comunidad cristiana. La imagen de la vid y los sarmientos nos pone en pista. Es una sola planta. Es una unidad vital. Hasta podríamos decir que la división entre vid y sarmientos que hace Jesús es un poco artificial. Naturalmente que los sarmientos no pueden existir separados de la vida. ¿De dónde les llegaría la savia necesaria para vivir? Cortada esa relación con la vida, los sarmientos mueren y sólo sirven para el fuego. Esa unión es la única posibilidad de que los sarmientos den fruto.
Lo verdaderamente importante es que den frutos de vida, es que el amor de Dios llegue a todos. La unidad está marcada por el punto de unión con la única vid: Jesús. La unidad no consiste en el hecho de que todos los sarmientos sean iguales, sean clones genéticos. La unidad no consiste en la uniformidad. Los sarmientos son plurales, diferentes y eso precisamente es lo que hace bella y hermosa a la vida. Esa diferencia hace también que los frutos sean más abundantes, más variados, más ricos.
No hay otra forma de trabajar por la unidad que esforzarse por estar unidos a Jesús, la verdadera vid, y abrazar la diversidad de nuestros hermanos y hermanas, los otros sarmientos, aceptando que ellos no tienen que pasar por nosotros para estar unidos a Jesús, que nosotros no somos el punto de conexión necesario. Sin excluir. Sin condenar. Basta con creer en el nombre de Jesús y vivir en el amor, que es el único mandamiento, para permanecer en Dios, como dice la segunda lectura, que no otra cosa es estar unidos a la vid.
Así seremos como aquellos discípulos de Jerusalén, sobre todo como Bernabé, que ven a Pablo, el antiguo perseguidor de los cristianos, convertido en predicador y se alegran de ello. Porque ven los frutos de vida que está ofreciendo al mundo. Y la iglesia gozaba de paz. Hoy seguimos teniendo pendiente la tarea de la unidad. O, mejor dicho, la tarea de unirnos a la verdadera vida. La del amor, la que nos une en el Reino.

Lectura: Hechos 9,26-31

En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles. Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús. Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén, predicando públicamente en nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso.
La iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea, y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.

Palabra de Dios

Lectura: 1Juan 3,18-24


Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él,

porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.
Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio Juan 15,1-8


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos."
Palabra del Señor

El regalo dado y el regalo recibido
Salvador León Belén


En Graciela he visto a “Marta y María”, el regalo dado y el regalo recibido. He visto repetidas veces a una gran mujer, en la medianía de su vida, anclada en su hogar, unida fielmente a su esposo José Luis al que desde hace dos años una parálisis le dejó su cuerpo y parte de su cerebro dañados para siempre. José Luis, fue durante muchos años conductor de autobuses; hoy se encuentra postrado, casi no quiere caminar; permaneció en coma casi un mes. Necesita todos los cuidados, todas las atenciones, se conduce casi como un niño, no puede quedarse solo, sus reacciones son imprevisibles, es necesario estar permanentemente a su lado.
Graciela se deshace y se desvive por su esposo. Es su amor. Permanece enamorada en la cruz de tantos días que tanto le pesan. “Padre Salvador, ya son muchos meses y mucha carga. Un día tras otro ya me pesan mucho. Nos hemos quedado solos. Ya no nos visitan...” Así se desahogaba en una de las visitas y en uno de los bellos y duros encuentros que pude tener en su casa. Me dice también que hace tiempo que perdió la sonrisa y que sus dos hijos adolescentes no saben por qué tuvo que ocurrir esa desgracia a su padre. Los medios económicos de esta pobre familia son muy escasos y casi no les alcanza para terminar bien cada semana. Cuando tienen que viajar al hospital para realizar algún análisis, consulta con el doctor, revisión médica... se agrava más la situación porque los desplazamientos son muy caros y no les alcanza para cubrir tantos gastos.
“¿Cuándo respira usted? ¿Cuándo descansa?”, le pregunté. La respuesta que me dio me dejó sobrecogido. “Todas las tardes hago oración con el evangelio del día. La Palabra de Dios me ayuda mucho, me da fuerzas para seguir, para estar aquí, para amar y cuidar a José Luis, para trabajar por mis hijos. Ellos son mi vida”. Guardé silencio y dejé que la lección que esta sencilla y sacrificada mujer me estaba regalando fuera el tesoro íntimo recibido en una visita de amistad. Mi vida sacerdotal y misionera fue visitada por una buena mujer, con el rostro cansado, acostumbrada al sufrimiento, abierta a la gracia, con mucha paz, con Dios en sus labios y en su serena mirada. Así encontré a “María”. Antes de finalizar la visita, siempre me invitaba a orar con José Luis para dar gracias, pedir una bendición a Dios, interceder por los hijos, aceptar la voluntad del Señor, permanecer unidos a Él, leer la Palabra del día, rezar un Padre nuestro... Pero también encontré a “Marta”: laboriosa, muy trabajadora, abriendo siempre la puerta de la casa, sin parar de lavar, cocinar, coser, planchar, cuidar el jardín, sin salirse de sus cuatro paredes. Aceptando la dura realidad que le había tocado vivir, sufriendo el dolor de su esposo, sin indagar el porqué de la enfermedad, sin rebelarse, ha reducido la intensidad de su aflicción y desesperación. Ha comenzado a recuperar las fuerzas para estar bien con José Luis. Ahora dice sí al sufrimiento que ha visitado su vida y su hogar. Lo acepta, no lo esquiva, lo combate con las armas de la oración, la caricia y la dedicación exclusiva. En Dios encuentra la fuerza necesaria para vivir cada día. Esta mujer fuerte hace tiempo que “vistió el dolor de plegaria; la soledad de esperanza. Sirvió, consoló, dio fuerzas, guardó para sí sus penas”.

Rosario, Flores y Eucaristía en los barrios (1º día).


Como siempre, nuestro pueblo de Génave respondió positivamente a la llamada que la Virgen le realizaba.

Este año desde la parroquia hemos programo celebrar un día en la semana durante el mes de mayo, el rezo del Rosario y de la oración de las Flores a María junto con la Eucaristía no en el templo parroquial, sino visitar, como misión popular, cuatro de los barrios de nuestro pueblo.

Este primer día hemos tenido la oración y la Santa Misa en la calle Bolos, en la explana de la residencia de ancianos. Una experiencia preciosa y muy enriquecedora porque además de los vecinos de estas calles estuvieron también presentes los ancianos residentes. Quienes primorosamente prepararon y engalanaron el lugar de la celebración.

Muchas gracias a todos los que habéis hecho posible que en este primer año esta experiencia este siendo muy positiva.

Rosario de la Aurora.



Como es costumbre en la Iglesia y como también era costumbre en nuestra comunidad, hoy primer sábado del mes de mayo, hemos recuperado el Rosario de la Aurora por las calles de nuestro pueblo.

Hemos sido un gran grupo de fieles que, aunque no muy temprano, hemos vencido la tentación de quedarnos en la cama, como dice la popular canción: “el demonio a la oreja te está diciendo, no vayas al rosario sigue durmiendo” y que hemos ido a demostrarle todo nuestro amor y devoción a la Virgen María. Y no sólo a ella, sino también a nuestros queridos paisanos, algunos sorprendidos de vernos por las calles procesionando a la Virgen y rezándole con devoción.

Esperamos que el año próximo seamos algunos más los que nos juntemos por la mañana temprano para rezarle a la Virgen.