lunes, 25 de enero de 2010

24 de Enero III D. DEL TIEMPO ORDINARIO

En el Evangelio, Jesús al comienzo de su vida pública, en su primera predicación, tal como aparece en el Evangelio de Lucas, proclama una nueva ley. Es una ley que trae la libertad a los oprimidos, que anuncia a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista. Dice de sí mismo que tiene el Espíritu del Señor y que ha venido para anunciar el año de gracia del Señor

En la segunda lectura Pablo no hace más que decir lo mismo pero con otras palabras. ¿Qué es la comunidad cristiana sino ese cuerpo de fraternidad donde todos comparten la vida, se sienten unidos en el amor y tienen a Cristo como centro y fuente de vida?

Al terminar de leer la lectura del profeta Isaías, Jesús dejó a un lado el rollo del libro y pronunció la más breve homilía de la historia, y la más enjundiosa: “Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”. No hay más que hablar. Hay que salir a la calle para comunicar a todos que Dios nos ama, que nos regala la libertad y que éste, aquí y ahora, es el año de gracia del Señor para todos.

GÉNAVE CON EL TERREMOTO DE HAITÍ

Uniéndonos a las palabras del Santo Padre Benedicto XVI, pedimos a los fieles de Jaén que muestren su generosidad «para que no falte a estos hermanos y hermanas que viven un momento de necesidad y de dolor nuestra concreta solidaridad».

Y como siempre el pueblo de Génave mostró su generosidad y ayuda unida a la caridad de la Iglesia, con un generoso donativo hacia esta causa en ayuda por los damnificados del terremoto de Haití de 574,00€.

Si se te olvido entregar tu donativo en la parroquia o lo quieres hacer individualmente, aun lo puedes hacer en estas cuentas bancarias:

Cuentas de CÁRITAS DIOCESANA DE JAÉN
UNICAJA: 2103-0341-34-0030630298
CAJA RURAL: 3067- 0100-20-0200418240
Especificando “para la emergencia de Haití


Lectura Corintios 12,12-30

Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.

Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo. Si el pie dijera: «No soy mano, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: «No soy ojo, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo oiría? Si el cuerpo entero fuera oído, ¿cómo olería? Pues bien, Dios distribuyó el cuerpo y cada uno de los miembros como él quiso.

Si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito.» Más aún, los miembros que parecen más débiles son más necesarios. Los que nos parecen despreciables, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan. Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a los que menos valían. Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros. Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan.

Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿0 todos son profetas? ¿0 todos maestros? ¿0 hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan? Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4,14-21

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mi, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.» Palabra del Señor


Carta de Buenafuente enero 2010

Monasterio Buenafuente del Sistal (Guadalajara)

Queridos amigos:

Si hemos dejado nacer a Jesús en nuestros corazones, en esta Navidad, en el día a día de nuestra vida, también debemos experimentar el paso por el bautismo de Jesús en el Jordán. Un bautismo donde Jesús quedó transformado por la Palabra del Padre y Ungido por la intimidad del Espíritu Santo. Que fiesta tan bonita la del bautismo del Señor. Sólo en dos ocasiones “escuchamos” las palabras del Padre y en las dos nos dice lo mismo, que Jesús es el Hijo predilecto y que a Él debemos escuchar. ¿Puede el Padre encargarnos otra misión más dulce que esta de escuchar a Jesús y tener en Él nuestras complacencias como Él? Viviendo esta Palabra el Espíritu transformará nuestro corazón dando cabida al Proyecto de Dios. Hermanos la verdadera fuerza para llevar a cabo el proyecto personal e intransferible que Dios nos ofrece, a ti y a nosotras, a cada uno, se obtiene en la Eucaristía. Que no caigamos en una rutina ante la Eucaristía, cuando el rito, las prisas, el creer que ya lo sabemos todo, nos hagan perder de vista el Misterio escondido en Ella.

Somos llamados y enviados desde la Eucaristía (nuestra fuerza vital diaria).


Y como dice el Santo padre Benedicto XVI: “No podemos guardar para nosotros el amor celebrado en cada Eucaristía. Lo que el mundo necesita es el Amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en él. Verdaderamente, nada hay más hermoso que encontrar a Cristo y comunicarlo a los hermanos”.

Y esta es tu misión y la nuestra hermano: en este tiempo de crisis, de desesperanza, de paro, de violencia, de hambre…los cristianos somos llamados a la esperanza, a llevar al hombre, a la mujer de hoy, a la plenitud de la esperanza, que es Cristo. Por eso hermanos, no tenemos que dejar que nuestras vidas sean una rutina diaria; que siempre vivamos en clave de fe, que con nuestra vida mantengamos viva la presencia de Cristo.

Que la Eucaristía, la oración, el servicio a los más pobres, la defensa de la vida, la promoción de los valores cristianos, nos lleven a vivir la vocación del amor a la que hemos sido llamados.

Que el “tiempo ordinario” que hemos comenzado, se convierta cada minuto de nuestra vida “en tiempo extraordinario” de amor a Dios y a los hermanos.

Jornada Infancia Misionera
Domingo 24 de Enero del 2010


Con los niños de África... encontramos a Jesús

Fue el Papa Pío XII quien, en 1950, estableció que se celebrara un día anual para promover, con la oración y la limosna, la hoy llamada Obra de la Infancia Misionera.

En España, la Jornada de Infancia Misionera se celebra el cuarto domingo de enero, y busca ayudar a las comunidades cristianas, y en especial a los niños, a profundizar en la pedagogía que esta Obra Pontificia desarrolla durante todo el año. Su preparación más inmediata arranca con la campaña de “Sembradores de Estrellas”, en la que los pequeños viven el sentido misionero de la Navidad.

Los niños de África, en esta Jornada de Infancia Misionera 2010, deben ser nuestros preferidos, y en ellos hemos de ver un proyecto de nueva humanidad. Desde nuestra tierra española, trabajemos para que seamos generosos en nuestra plegaria, y pidamos a Dios que siga ayudando al continente africano en el nuevo proyecto que Dios mismo ha pensado. Ante la crisis mundial los niños africanos la viven de forma más cruel, y por ello hemos de ser más generosos para que vivamos esta Jornada mirando a los niños de África y nos solidaricemos haciéndonos amigos de Jesús.

AGENDA DE LA SEMANA

Lunes 25.

CATEQUESIS 2º (4.30t.)

CATEQUESIS 5º (5.00t.)

Martes 26.

CATEQUESIS 4º (4.30t.)

Miércoles 27.

CATEQUESIS 1º (5.00t.)

CATEQUESIS 3º (5.00t.)

Jueves 28.

CATEQUESIS 6º Y 1º E.S.O. (6.00t.)


EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO (6.00t.)


EUCARISTÍA (6.30t.)

Viernes 29.

CATEQUESIS 2º Y 3 E.S.O. (6.00t.)

Sábado 30.

CATEQUESIS CONFIRMACIÓN (6.00t.)

Domingo 31.

EUCARISTÍA (6.30t.)

miércoles, 20 de enero de 2010

¡¡¡AYÚDANOS A AYUDAR!!!


GÉNAVE CON EL TERREMOTO DE HAITÍ

Ante el devastador terremoto de Haití que ha causado miles de pérdidas de vidas y un gran número de damnificados y desaparecidos, así como ingentes daños materiales, el Sr. Obispo D. Ramón ha pedido que se eleven preces al Señor en la Eucaristía de este domingo, 17 de enero, por todas las víctimas mortales, por los numerosos heridos y por todas las familias damnificadas que han sufrido esta tragedia.

Asimismo, comunicamos que se puede ayudar económicamente a la población de Haití ingresando un donativo en las cuentas de Cáritas Diocesana, indicando que se trata de una Ayuda a Haití por el terremoto. Uniéndonos a las palabras del Santo Padre Benedicto XVI, pedimos a los fieles de Jaén que muestren su generosidad «para que no falte a estos hermanos y hermanas que viven un momento de necesidad y de dolor nuestra concreta solidaridad».
Cuentas de CÁRITAS DIOCESANA DE JAÉN
UNICAJA: 2103-0341-34-0030630298
CAJA RURAL: 3067- 0100-20-0200418240
Especificando “para la emergencia de Haití”

17 de Enero II D. DEL TIEMPO ORDINARIO

En el Evangelio de hoy se nos cuenta la historia de una boda. Asisten a ella Jesús, sus discípulos y también su madre. Hay un problema en esa boda: falta el vino. El vino bueno marca el nivel de la fiesta. El vino es sabor, paladar. En el caso de la boda del Evangelio no es que el vino sea malo. Simplemente el vino se ha terminado.

La intervención de Jesús, a petición de su madre, devuelve la fiesta a su ser. Vuelve a haber vino y vino en abundancia, Pero es, además, vino bueno, vino del mejor.

La presencia de Jesús devuelve la fiesta a su ser. Jesús es el vino que nos trae la alegría. Es el vino bueno, el que eleva la calidad de la fiesta, el que da a la vida sentido y esperanza a los que participan en ella. Ha venido Jesús y su presencia es fuente de vida y esperanza, de alegría y gozo. Es la presencia de Dios mismo que se esposa con su pueblo. Con Jesús el pueblo “devastado” y “abandonado” recobra la alegría. Nosotros somos los mayordomos y criados de esa boda. Los discípulos de Jesús estamos encargados de reunir a los invitados y de servirles el vino de la vida, la alegría y la esperanza.



Lectura: profeta Isaías 62,1-5

Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que rompa la aurora de su justicia, y su salvación llamee como antorcha. Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fúlgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios. Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra «Devastada»; a ti te llamarán «Mi favorita», y a tu tierra «Desposada», porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá marido. Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó; la alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo. Palabra de Dios

Lectura: I Corintios 12,4-11
Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A éste le han concedido hacer milagros; a aquél, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas. El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece. Palabra de Dios

Lectura del santo evangelio según san Juan 2,1-11

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: «No les queda vino.»
Jesús le contestó: «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.» Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él diga.» Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: «Llenad las tinajas de agua.»
Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.» Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.» Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él. Palabra del Señor



PENSEMOS UN POCO
Ser bautizado es injertamos en el espíritu de creaturas nuevas en Cristo y dentro de un mundo y comunidad concretos. No nacemos del agua y del Espíritu para nosotros mismos nada más sino que tenemos una dimensión y trascendencia comunitaria. "El Bautismo es el sacramento de la fe. Pero la fe tiene necesidad de una comunidad de creyentes. Sólo en la fe de la Iglesia puede creer cada uno de los fieles. La fe que se requiere para el Bautismo no es una fe perfecta y madura sino un comienzo que está llamado a desarrollarse" (CIC 1 253). "En todos los bautizados la fe debe crecer después del Bautismo" (CIC 1254). "Para que la gracia bautismal pueda desarrollarse es importante la ayuda de los padres" (CIC 1255). Ellos son los primeros y principales responsables de "formar a sus hijos en la fe y en la práctica de la vida cristiana. mediante la palabra y el ejemplo", y es tarea de ambos "alimentar la vida que Dios les ha confiado", en este sentido se podría decir que la celebración del Bautismo tiene una dimensión marcadamente familiar y es que la familia es la comunidad privilegiada para la transmisión y la educación de la fe.
Los padres deben facilitar el "despertar religioso" de sus hijos, iniciarlos en la oración personal y comunitaria, educarlos en la conciencia moral, acompañarlos en el desarrollo del sentido del amor humano, del trabajo, de la convivencia y del compromiso en el mundo, dentro de una perspectiva cristiana. Los papás más que transmitir contenidos, introducen a sus hijos, y en especial a los más pequeños, en un ambiente de vida propio de una familia cristiana.
Lamentablemente, en nuestro ambiente, muchos padres de familia piden el Bautismo para sus hijos sólo por tradición, porque se acostumbra, pero no por una decisión de seguir a Jesucristo en sus vidas.
"En la medida de lo posible. a quien va a recibir el Bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo".
Los padrinos comparten responsablemente con los papás todos los compromisos y exigencias que del Bautismo surgen. La comunidad cristiana de la que el nuevo bautizado entra oficialmente a formar parte y que va más allá de la propia familia. "Deben ser creyentes sólidos, capaces y prestos a ayudar al nuevo bautizado en su camino de la vida cristiana. Su tarea es una verdadera función eclesial." (CIC 1255).
Tristemente los padrinos han perdido mucho del sentido de ser representantes de la comunidad cristiana que garantizan, junto con los papás, la educación e iniciación progresiva del nuevo bautizado en la vivencia de la fe dentro de la comunidad eclesial. Con frecuencia notamos que se da más importancia al "compadre" o la "comadre" por las relaciones, apoyo económico o influencia que al mismo ahijado en la tarea de educarlo cristianamente. De ahí que la Iglesia pide ciertas cualidades o características para que alguien pueda ser invitado de padrino o madrina. Cualidades que se pueden sintetizar así:
Debe tener la suficiente madurez para cumplir esta responsabilidad.
Ser católico y haber recibido los tres sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.
La comunidad tiene mucha importancia en la celebración del Bautismo y en los compromisos que de él se derivan. La fe que recibimos en el Bautismo "tiene necesidad de la comunidad de creyentes. Sólo en la fe de la Iglesia puede creer cada uno de los fieles". Esto nos está diciendo que la fe no es algo individual, sino que se bautiza en la Octavario de Oración por la Unidad de los cristianos

DESDE EL 18 AL 25 DE ENERO DE 2010
"Vosotros sois testigos..." (Lc 24,48)

El lema que este año orienta el Octavario de oración por la unidad de las Iglesias son las palabras del Resucitado a los discípulos: “Vosotros sois testigos de todas estas cosas” (Lc 24,48). Con ellas Jesús resucitado les recuerda que ya antes de padecer les había hablado de su misión y cómo el designio del Padre sobre él incluía su pasión y muerte, para dar así cumplimiento a cuanto estaba escrito de él “en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos” (Lc 24,44). El Resucitado recordaba que los discípulos habían de dar testimonio público de cómo, en verdad, había encontrado cumplimiento cuanto la Escritura hablaba de él. En consecuencia, debían proclamar la Buena Noticia del amor misericordioso de Dios por la humanidad, revelado en Jesús, fundamento de una esperanza nueva y cierta que abrió la historia humana al futuro de salvación, que aguarda a cuantos creen que Jesús murió y resucitó por nosotros. Este mensaje que el mismo Resucitado encomendó a los discípulos es el mensaje de la Iglesia de ayer, de hoy y de todos los tiempos, la misma «Iglesia una y santa» que el Señor “entregó a Pedro (cf. Jn 21,17), para que la pastoreara; encargándole a él y a los demás Apóstoles que la extendieran y gobernaran (cf. Mt 28,18s), y la erigió como columna y fundamento de la verdad (1 Tim 3,15)” La Iglesia es apostólica porque no anuncia otro mensaje que el evangelio de la vida y la salvación predicado por los Apóstoles, para dar a conocer a Cristo a los hombres y mujeres de todas las latitudes, culturas y lenguas, a quienes les ha sido dado oír la predicación apostólica por medio de la Iglesia. Por su universalidad pudo ser llamada desde la Antigüedad cristiana «la Católica», implantada ampliamente en el mundo, pero cuya tarea sigue siendo dar a conocer a Cristo como revelador del Padre y redentor del mundo.
AGENDA SEMANAL
Lunes 18.
REUNIÓN SACERDOTES SIERRA
CATEQUESIS 2º (4.30t.)
CATEQUESIS 5º (5.00t.)
Martes 19.
CATEQUESIS 4º (4.30t.)
Miércoles 20.
CATEQUESIS 1º (5.00t.)
CATEQUESIS 3º (5.00t.)
Jueves 21.
CATEQUESIS 6º Y 1º E.S.O. (6.00t.)
EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO (6.00t.)
EUCARISTÍA (6.30t.)
Viernes 22.
CATEQUESIS 2º Y 3 E.S.O. (6.00t.)
Sábado 23.
CATEQUESIS CONFIRMACIÓN (6.00t.)
Domingo 24. EUCARISTÍA (6.30t.)

domingo, 10 de enero de 2010

APADRINA UN NIÑO





PROYECTO: AYUDA A VIVIR A UN NIÑO

Gracias a la ayuda recibida de las personas que han apoyado este proyecto más de 4.000 niños son alimentados, adquieren material para ir a la escuela y son tratados de alguna enfermedad. Pero… aun quedan otros niños esperando que tú te decidas.

¡¡¡NO LO PIENSES!!!

Ayudar a vivir un niño” lo puedes hacer apadrinando o amadrinando a uno de estos pequeños por la cantidad de 7 € al mes.

Rellena la siguiente ficha y envíala a HERMANAS APOSTÓLICAS DE CRISTO CRUCIFICADO,

C/ ALFONSO XIII, 10. 30151 SANTO ÁNGEL, MURCIA. O llamando al teléfono 96.880.069

……………………………………………………………………..

FICHA DE INSCRIPCIÓN

Apellido y nombre………………………………………………

D.N.I……………………………………………………………….

Dirección…………………………………………………………

Población…………………………Provincia………………….

Código Postal………………….Teléfono……………………..

Quiero contribuir con la cantidad de 84€ al año mediante.

Mensual….. Trimestral….. Semestral….. Anual…..

(marca con una cruz la opción elegida)

10 de Enero EL BAUTISMO DEL SEÑOR

El Evangelio de hoy nos muestra a Jesús bautizándose. Sí, ¡bautizándose! Y es obvio que a Jesús no le hacía falta abrir esa conexión directa con Dios. Él ya era Hijo de Dios. Pero se bautizó. El Evangelio le muestra bautizándose en medio de la multitud. Ni siquiera es una celebración de esas individuales que tanto le gustan a algunas familias que no desean mezclarse con la masa. Jesús se bautiza. Y ese rito le lleva a la oración que le hace consciente de alguna manera de su especial relación con Dios, con su Padre, al que desde entonces llamará “abbá”, que traducido viene a ser algo así como “papaíto”.

Es que Jesús –no hay que olvidarlo– era plenamente hombre, hombre con todas las consecuencias. Cuando Dios se encarna –lo que hemos celebrado en estas Navidades–, lo hace con todas las consecuencias. También Jesús necesitó crecer e ir haciendo suya poco a poco su propia identidad, como hemos hechos todas las generaciones de hombres y mujeres que en el mundo ha habido, hay y habrá. Su bautismo marca ese momento en el que Jesús toma conciencia de lo que es y de su misión. Hay un antes y un después en su vida. A partir del bautismo, comienza otra vida para Jesús. Ya sabemos a dónde le condujo esa especial relación con Dios, su Padre, su Abbá.

El sacramento del Bautismo es, debería ser, mucho más que un rito con efectos inmediatos y milagrosos. El rito no es más que el momento en que se celebra lo que en realidad debería ser un proceso largo, de años, en el que el niño o la niña va creciendo y asumiendo su condición de creyente en Jesús, en su Evangelio. Tal y como lo celebramos hoy en día, el bautismo no es más que el rito que señala el inicio de ese proceso. Y, me atrevería a decir, el sacramento de la confirmación debería marcar un cierto final de ese proceso. Pero ese es otro cantar (sobre todo porque para muchos desgraciadamente la confirmación marca el fin de su relación con la iglesia y con la fe).



Lectura: profeta Isaías 42,1-4.6-7


Así dice el Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.

Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas.» Palabra de Dios



Lectura: Hechos 10,34-38

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.». Palabra de Dios


Lectura del santo evangelio según san Lucas 3,15-16.21-22

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.»
En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»
Palabra del Señor



PENSEMOS UN POCO

Ser bautizado es injertamos en el espíritu de creaturas nuevas en Cristo y dentro de un mundo y comunidad concretos. No nacemos del agua y del Espíritu para nosotros mismos nada más sino que tenemos una dimensión y trascendencia comunitaria.

"El Bautismo es el sacramento de la fe. Pero la fe tiene necesidad de una comunidad de creyentes. Sólo en la fe de la Iglesia puede creer cada uno de los fieles. La fe que se requiere para el Bautismo no es una fe perfecta y madura sino un comienzo que está llamado a desarrollarse" (CIC 1 253). "En todos los bautizados la fe debe crecer después del Bautismo" (CIC 1254).

"Para que la gracia bautismal pueda desarrollarse es importante la ayuda de los padres" (CIC 1255). Ellos son los primeros y principales responsables de "formar a sus hijos en la fe y en la práctica de la vida cristiana. mediante la palabra y el ejemplo", y es tarea de ambos "alimentar la vida que Dios les ha confiado", en este sentido se podría decir que la celebración del Bautismo tiene una dimensión marcadamente familiar y es que la familia es la comunidad privilegiada para la transmisión y la educación de la fe.

Los padres deben facilitar el "despertar religioso" de sus hijos, iniciarlos en la oración personal y comunitaria, educarlos en la conciencia moral, acompañarlos en el desarrollo del sentido del amor humano, del trabajo, de la convivencia y del compromiso en el mundo, dentro de una perspectiva cristiana. Los papás más que transmitir contenidos, introducen a sus hijos, y en especial a los más pequeños, en un ambiente de vida propio de una familia cristiana.

Lamentablemente, en nuestro ambiente, muchos padres de familia piden el Bautismo para sus hijos sólo por tradición, porque se acostumbra, pero no por una decisión de seguir a Jesucristo en sus vidas. "En la medida de lo posible. a quien va a recibir el Bautismo se le ha de dar un padrino, cuya función es juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el bautismo". Los padrinos comparten responsablemente con los papás todos los compromisos y exigencias que del Bautismo surgen. La comunidad cristiana de la que el nuevo bautizado entra oficialmente a formar parte y que va más allá de la propia familia. "Deben ser creyentes sólidos, capaces y prestos a ayudar al nuevo bautizado en su camino de la vida cristiana. Su tarea es una verdadera función eclesial." (CIC 1255). Tristemente los padrinos han perdido mucho del sentido de ser representantes de la comunidad cristiana que garantizan, junto con los papás, la educación e iniciación progresiva del nuevo bautizado en la vivencia de la fe dentro de la comunidad eclesial. Con frecuencia notamos que se da más importancia al "compadre" o la "comadre" por las relaciones, apoyo económico o influencia que al mismo ahijado en la tarea de educarlo cristianamente. De ahí que la Iglesia pide ciertas cualidades o características para que alguien pueda ser invitado de padrino o madrina. Cualidades que se pueden sintetizar así:

Debe tener la suficiente madurez para cumplir esta responsabilidad.

Ser católico y haber recibido los tres sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.

La comunidad tiene mucha importancia en la celebración del Bautismo y en los compromisos que de él se derivan. La fe que recibimos en el Bautismo "tiene necesidad de la comunidad de creyentes. Sólo en la fe de la Iglesia puede creer cada uno de los fieles". Esto nos está diciendo que la fe no es algo individual, sino que se bautiza en la fe de la comunidad. Asimismo, "toda la comunidad eclesial participa de la responsabilidad de desarrollar y guardar la gracia recibida en el Bautismo" (CIC 1255).

Los sacramentos de iniciación cristiana, entre ellos el Bautismo, "se celebrarán en la propia parroquia y con la participación de la propia comunidad".

Los que han recibido el Bautismo se sienten unidos por la nueva fe y buscan primeramente la vida de comunidad. Los primeros cristianos realizaban el designio de Dios sobre la manera de vivir la fe dentro de la experiencia de vida en comunidad de la siguiente manera:

"Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles" (He 2, 42).

"Acudían asiduamente... a la convivencia" (He 2, 42), por la que los creyentes como hermanos viven cercanos y se ayudan mutuamente en sus necesidades (He 2, 44-45), con atención especial a los pobres (H4,34-35).

"Acudían asiduamente... a la fracción del pan" (He 2, 42) con alegría, sencillez y mucho entusiasmo (He 2, 46). "Acudían asiduamente... a las oraciones" (He 2, 42) dando gracias a Dios que los ha salvado, prolongando así la Eucaristía, gozando la simpatía de un pueblo que los tomaba en serio (He 2, 47).

A muchas de nuestras comunidades cristianas les falta vida por haber olvidado estos puntos que son la base de todo nuestro ser cristiano.

La vivencia fiel de nuestro Bautismo nos exige vivir la fe en una comunidad concreta, nuestra parroquia, y es tarea de todos renovarla para que llegue a ser realmente el lugar donde se vive y se ve la comunión entre los creyentes: en la escucha y conocimiento del mensaje cristiano, en la oración, en la celebración de la Eucaristía, en la convivencia y apoyo mutuo.


AGENDA DE LA SEMANA

Lunes 11.

CATEQUESIS 2º (4.30t.)

CATEQUESIS 5º (5.00t.)

Martes 12.

CATEQUESIS 4º (4.30t.)

Miércoles 13.

CATEQUESIS 1º (5.00t.)

CATEQUESIS 3º (5.00t.)

Jueves 14.

CATEQUESIS 6º Y 1º E.S.O. (6.00t.)

CATEQUESIS 2º Y 3 E.S.O. (6.00t.)

EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO (6.00t.)

EUCARISTÍA (6.30t.)

Sábado 16.

EUCARISTÍA DE SAN ANTÓN Y BENDICIÓN DEL PAN (6.30t.)