viernes, 22 de mayo de 2009

24 de Mayo ASCENSIÓN DEL SEÑOR

La imagen tradicional con que se ha solido representar la escena de la fiesta que hoy celebramos representa a los discípulos mirando al cielo en donde se ve desaparecer a Jesús en una nube. Es el momento de la despedida, del adiós final. El líder se va, desaparece. Y, como consecuencia, los discípulos quedan desamparados, solos, abandonados. Las miradas se dirigen hacia arriba. Es como si les fuese su única conexión con la realidad, como si perdiesen el nexo vital que daba sentido a su vida.

La pregunta de los dos hombres vestidos de blanco a los discípulos es la crítica a esa actitud devota y sumisa, que anula la libertad y la iniciativa de las personas: “Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?” Jesús los invita a ponerse en movimiento: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.” Hay mucho que hacer. Hay una buena nueva que anunciar a todos, hombres y mujeres. Es urgente.

La actitud de los discípulos no es la de los súbditos que quedan desconcertados ante la ausencia del líder. Ahora son ellos los que pasan a la primera línea del anuncio. Ahora son ellos los que deben asumir la responsabilidad de anunciar la buena nueva a todos y en todas partes. Son libres y libremente han de tomar sus decisiones, han de crear comunidades, han de comunicar la salvación. Son libres y responsables.

Lo suyo no es quedarse mirando al cielo sino ponerse manos a la obra, caminar los caminos de este mundo, mancharse con el barro de la vida, tocar con la misericordia de Dios las vidas de todos aquellos con los que se encuentren. Con la confianza de que el Señor cooperará siempre confirmando la palabra con sus señales, como termina el Evangelio de este domingo.

Que el Señor nos dé espíritu de sabiduría para conocerlo, que ilumine los ojos de nuestro corazón y comprendamos la esperanza a la que nos llama, la misión a la que nos envía, la libertad que nos ha regalado. Que asumamos nuestra responsabilidad como evangelizadores, como anunciadores de la buena nueva de la salvación. Que, como una comunidad de iguales, siempre en diálogo, pongamos todos, todas nuestras fuerzas al servicio del Evangelio, porque eso y no otra cosa debería ser la Iglesia.


Lectura: Hechos 1,1-11


En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos, les recomendó: "No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo." Ellos lo rodearon preguntándole: "Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?" Jesús contestó: "No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo." Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse."

Palabra de Dios


Lectura: Efesios 1,17-23

Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos.

Palabra de Dios


Lectura del santo evangelio Marcos 16,15-20

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos." Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Palabra del Señor

El día después (Cuento para mayores, sin receta)

Catalina está un poco embarazada, casi nada en realidad. Su embarazo es tan pequeñito que casi no es embarazo. En un embarazo a lápiz, en papel borrador, que se va como ha venido. Además tampoco lo sabe seguro, porque la cosa fue ayer mismo.

Catalina tiene 15 años y va a la farmacia con frecuencia. Antes compraba regaliz y clerasil para los granos. Hoy comprará un antiácido, que no necesita receta, porque la lógica ansiedad del evento le ha generado un poquito de hiperclorhidria, y pedirá también un antibiótico para el flemón. El flemón es casi tan pequeño como su embarazo, pero para ése sí que lleva una receta que le dio el dentista.

Luego pedirá la píldora “porsiacaso” —así la llama su amiga Loli—, que vale 20 euros (Loli no, la píldora). Loli vale mucho más, porque su padre tiene pasta por un tubo y ha comprado varias píldoras (su padre no, Loli) para no tener que ir a la farmacia después de estar con Manolo. Catalina supone que “porsiacaso” no es el nombre auténtico del medicamento, pero Nieves, que es una farmacéutica superguay, se lo aclarará. Catalina está nerviosa pero contenta. Gracias a la nueva píldora será más libre cuando esté con su primo Borja. Además le han explicado en el cole que mientras el embrión no anide te lo puedes quitar, porque es como si no existiera. Y la anidación sólo ocurre unos días más tarde.

Catalina llega a la farmacia, pero como hay una vieja (lo menos tiene 40 años) comprando, pide primero el Almax para la acidez y el Augmentine que le ha recetado el dentista. La farmacéutica se lo trae todo y le pregunta: “¿quieres algo más, guapa?”. Como la vieja no se acaba de ir, Catalina aprovecha para salir a tomar el aire. Se va la vieja, y entonces dice: “ah, se me olvidaba. También quiero…, la píldora esa… pa después, ¿mentiendes…? Nieves la mira de arriba a abajo y le pregunta si es para después de comer o para después de ponerse ciega de cocacola con güisqui. Catalina se mosquea y le dice que ya sabe ella de qué está hablando y que tiene derecho a la píldoracomosellame”. Entonces Nieves le responde que en su farmacia no se despachan abortivos aunque venga la ministra con una pistola; que a lo hecho pecho, y que se lo piensa decir a su padre para que se entere de lo que hace la niña.

Catalina se marcha con un mosqueo considerable y va en busca de otra farmacia alejada de su casa donde no la conozcan. Al fin la encuentra y le dan la famosa píldora. ¿Sólo una?, pregunta la niña. El boticario se le ríe a la cara y le dice que para qué quiere más. “¿Es que te dedicas a eso? ¿Eres una profesional?”

Catalina se ha tomado la píldora con un vaso de Coca-cola light. Ella habría preferido una copa de Baylis, que es dulce como un caramelo y, con un poco de hielo, te pones la mar de contenta, pero es que el alcohol no se lo venden ni con receta hasta los dieciocho.

Por la noche piensa que ya puede estar tranquila; que la cosa no ha tenido importancia, porque además lo más probable es que no estuviera embarazada. Y si lo estaba era un embarazo muy pequeñito, y el embrión no había tenido tiempo de anidar. O sea que Nieves es una exagerada, pero no le dirá nada a papá. Y si se lo dice, que se lo diga. Porque ella tiene sus derechos.

Catalina se mete en la cama. Siempre ha rezado tres avemarías, pero hoy le da cosa y no reza nada. Apaga la luz y se pone a llorar como cuando era muy pequeña y no podía dormir sola.

AGENDA DE LA SEMANA

Lunes 25.

REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30 t.)

Martes 26.

REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30 t.)

Miércoles 27.

REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30 t.)

Jueves 28.

REZO DEL ROSARIO POR LAS CALLES HASTA LA PLAZA DE LA ERMITA (6.30 t.)

EUCARISTÍA PLAZA DE LA ERMITA (7.00 t.)

Viernes 29.

REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30 t.)

Sábado 30.

ROMERIA VIRGEN DEL CAMPO (8.30 m.)

EUCARISTÍA EN LA ERMITA

REZO DEL ROSARIO Y FLORES

Domingo 31.

EUCARISTÍA (7.00t.)
REZO DEL ROSARIO Y FLORES (7.30

MES DE MAYO

Participa cada tarde en el Rosario y en las Flores a la Virgen María. Este jueves las flores y la Eucaristía la celebraremos en la PLAZA DE LA ERMITA, invita al vecindario para que se acerque y participe en esta oración a la Virgen María

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